La dictadura no es más que una pesadilla.
Julio Cortázar nació
en Bruselas el 26 de agosto de 1914, de padres argentinos. Llegó a Argentina a
los cuatro años de edad. En 1932 se graduó como maestro de escuela e inició
estudios en la Universidad de Buenos Aires los que debió abandonar por razones
económicas. Enseñó literatura francesa en la Universidad de Cuyo, Mendoza y
renunció a su cargo por desacuerdos con el gobierno. En 1982 realiza el libro
“DESHORAS” que cuenta con ocho cuentos, entre ellos “Pesadillas” propuesto por
la profesora de literatura.
A mi criterio es un
interesante cuento donde con simplicidades o cosas cotidianas nos da indirectas
de lo que pasaba en la Argentina durante la dictadura militar (1976-1983) como
por ejemplo: las desapariciones
inexplicables de las pastillas, el
proceso viral de Mecha, los
noticiosos que don Botto veía, no eran más que una manera de censurar y
desinformar a las personas.
A partir de esto
podría transcribir varias frases de éste relato donde muestra la indiferencia
de algunos y la desesperación de otros en ése entonces; pero considero que una
en particular evidencia la realidad cruda, cómo transcurrían los desafortunados
hechos de los demás con la participación de la misma ironía con la que se dio
durante todo el cuento: “Porque acaso sus
oídos escuchaban ahora la multiplicación de las sirenas, los golpes en la
puerta que hacían temblar la casa, los gritos de mando y el crujido de la
madera astillándose después de la ráfaga de ametralladora, los alaridos de doña
Luisa, el aluvión de los cuerpos entrando en montón, todo como a tiempo para el
despertar de Mecha, todo tan a tiempo para que terminara la pesadilla y Mecha
pudiera volver por fin a la realidad, a
la hermosa vida”.
El principal tema de
este cuento en definitiva es la dictadura y todo lo que esto conlleva, la
indiferencia con la que se muestra al señor Botto era la de cientos de
argentinos, las preocupaciones de doña Luisa y las luchas clandestinas de Lauro
son los ítems que se desprenden de este
despotismo.
Creo que este cuento
es valioso, no solo porque pertenece a un autor renombrado como lo es Cortázar
sino porque creo que cualquier cuento, fragmento o libro donde el contenido sea
un tema tan importante como lo fue el absolutismo de la época se lo debe valorar,
debido a que nos puede dar algún dato más de ese entonces, conocer alguna historia
nueva, o cambiar ciertas ideas que tenemos en la actualidad.
Excelente publicación, Gabriela por el análisis tan preciso e interesante.
ResponderEliminarFelicitaciones.